In una stanza che reca ancora le tracce di un ambiente infantile, con gli adesivi di Walt Disney attaccati alle pareti, sull’onda della musica di Bach, si consuma il distacco triste e ironico del Padre, un professore “anziano”, dalla sua abitazione e dai suoi affetti. La misteriosa presenza della Madre, avvia un sottile gioco di scambi sulla scia dei ricordi del tempo felice: la donna appare fissata in una sorta di età ideale, fuori dal tempo, simile più ad una evocazione della mente e del desiderio. Fra di loro c’era stato un grande amore; poi, proprio quando “per un uomo cominciano i guai”, Iei era morta. Ora, mentre lui sta per trasferirsi in una casa di riposo, è apparsa per dargli sostegno.
Per il Padre si prepara, dunque, il viaggio finale nel pianeta della vecchiaia, dove è anche possibile vivere decememente, ma dove la felicità non è prevista. Non resta che affidarsi alla dimensione del sogno, che ai vecchi rivela senza remore l’impossibilità di realizzarsi. Lo stesso confronto con la morte determina una triste rassegnazione, dovuta alla stanchezza e condizionata dalla debole reazione di fronte all’impazienza di quanti pretendano da un uomo anziano un comportamento “dignitoso”.
L’ingresso del Figlio, un quarantenne serio e prevedibile, svela l’imbarazzo e l’ambiguità che esiste nel loro rapporto; il Padre pare non prenderlo sul serio, mentre si diverte a provocarlo, a mettere in dubbio la decisione della partenza, facendogli pesare quel suo allontanamento.
La seconda scena de Le ultime lune mostra il Padre alle prese con la solitudine: oltre alla cuffia attraverso la quale continua ad ascoltare la sua musica, oltre l’album di fotografie, che diventa un supporto necessario per richiamare alla memoria il sapore del tempo perduto, e oltre ad una fragile piantina di basilico, che lascia crogiolare alla debole luce del crepuscolo, a quel vecchio non è rimasto che il pensiero. In modo implacabile e profondo le sue parole rivelano l’incongruenza che esiste fra la falsa tranquillità dell’ultima residenza, simile più ad una prigione che ad un rifugio, e la sacralità della vecchiaia, un’età degna del massimo rispetto perché “è sacro e terribile il momento in cui un uomo cessa di vivere”.
Il dramma di Bordon sviluppa un ‘analisi cruda e profonda sulla malattia di vivere, svelando attraverso le parole di un vecchio, che sperimenta la scelta di un esilio volontario, la difficile ricerca di un equilibrio fra le condizioni dell’esistere e il baratro vuoto nel quale si spegne inevitabilmente ogni bagliore di vita.
Dirección: Valentín Alvarez Reoparto: Héctor Alterio, Mairata O'visiedo, María Luisa Ponte, Pedro del Río, Alberto Fernández, Ángeles Zamuño, Roberto Quintana y Ángel Romero.
Tío Vania es un drama del escritor y dramaturgo ruso Antón Chéjov publicada en 1899. Su primera gran presentación fue en 1900 bajo la dirección de Konstantín Stanislavski. SINOPSIS: La acción tiene lugar en la hacienda de Serebriakov. Se percibe que acababan de llegar a residirla los esposos Serebriakov y la hermosa Elena, su segunda esposa. Antes de eso en la hacienda no existía otra cosa que el trabajo arduo de Sonia y el Tío Vania, en compañía de la madre de éste y de Teleguin. Todo este trabajo era en favor de Serebriakov, para que tuviese una renta decente. Serebriakov es un profesor que escribe artículos de arte, lo cual encanta a Voinitzkii (el tío Vania), por lo que éste se condena a trabajar indirectamente para él de por vida. Pero cuando llega a la hacienda Serebriakov, se percata de que éste es un verdadero fracasado, lo que le produce una gran desolación, pues su vida está acabada. Los ánimos se crispan cuando a Serebriakov se le ocurre vender la hacienda para comprar un hotelito veraniego para vivir con su esposa, que no lo ama pero acepta su destino. Tío Vania toma tal propuesta como una afrenta, recriminando que dónde iban a vivir él, su madre y Sonia, que la hacienda surgió de la dote que le dieron a la primera esposa de Serebriakov, su hermana, y que incluso él había aportado de su propio capital y saldado las cuentas, amén de su trabajo por más de veinticinco años. La discusión acaba con un Vania furioso que intenta dispararle dos veces a su cuñado, pero que falla. Otro aspecto importante de la obra, es Sonia, quién está enamorada del Doctor Astrov, pero que la rechaza, pues éste ama a Elena, la esposa del profesor, quién lo rechaza a su vez. En el último acto Astrov le pide a Vania que le devuelva su morfina, que si quería suicidarse se pegue de tiros en el bosque. El profesor y su esposa se van de la hacienda, el Doctor se niega cortesmente a regresar a la misma, donde se quedarán Sonia y Vania, quienes prometieron seguir cumpliendo puntualmente con la renta al profesor tal como habían hecho hasta ese momento; pese a que Vania estuvo a punto de cometer un asesinato por lo mismo.
Dirección: José Osuna Reparto: Paco Valladares, Jesús Puente, Manuel Gallardo, José Maria Guillen, José Caride, Luis García Ortega, Enrique Romay.
SINOPSIS:
La Fundación es una de la obras de Antonio Buero Vallejo que más éxito de público y crítica ha conseguido, tanto por su dramatismo en el argumento como por la novedad en las técnicas dramáticas utilizadas.
La Fundación está presentada como una fábula que plantea al espectador la lucha entre la realidad y la ficción, entre apariencia y realidad, en la que poco a poco va triunfando la verdad. Como siempre en la obra de Buero Vallejo la lucha de los hombres contra sus limitaciones para conseguir la libertad nos enfrenta a nosotros mismo con ese mismo reto
La obra La Fundación se estrenó en 1974, en los últimos años de la dictadura franquista. La censura estaba más debilitada pero seguía manteniendo el control sobre los medios de comunicación. Para esquivar los rigores de la censura franquista, Antonio Buero Vallejo escribió en una línea posibilista: ajustó el mensaje que quería transmitir a las exigencias de la censura recurriendo al simbolismo y a la reflexión histórica. De esta manera, pudo estrenar sus obras con relativa normalidad. A pesar de esto, el "posibilismo" practicado por Buero Vallejo provocó en los años 60 una áspera polémica con el dramaturgo y guionista cinematográfico Alfonso Sastre.
Dirección: Valentín Alvarez Reparto: Héctor Alterio, Mairata O'visiedo, María Luisa Ponte, Pedro del Río, Alberto Fernández, Ángeles Zamuño, Roberto Quintana y Ángel Romero.